domingo, 12 de octubre de 2008
ESPACIO COMUN
Introducción
La exposición “espacio común” reúne dos de las colecciones de artes visuales mas importantes de la ciudad de chillan la primera de la sociedad de artes “Tanagra” 1929 que dentro de su trayectoria reúne obras de distintos autores como la colección de pacheco Altamirano y la colección de pintura donde se encuentran obras de Armando Lira , Juan francisco González entre otros en ella hay una pequeña colección de grabados que hoy reunen a los siguientes autores: Julio Escamez, José Venturrelli, Rafael Ampuero, Ciro Silva.
La segunda el museo internacional de la grafica de la municipalidad de chillan creado el proyecto por el artista visual Hernando León en 1996 en Alemania y fundado el año de 1997 en Chillan, reúne a la fecha cerca de 400 grabados de autores latinoamericanos y europeos en el área del grabado. Dentro de los autores representados en esta muestra están: Roser Bru, Delia del Carril, Guillermo Deisler, Carlos Donaire, Carlos Hermosilla, Guillermo Núñez, Hernando León.
Espacio común es el nombre del encuentro de estas dos colecciones como un relato estético, que confronta la relación arte/política como una retórica vinculada al campo de producción de sus autores. Es enfrentar también el espacio de arte Silvia Molina como un campo de circulación de la escena de las artes desde los 80 en adelante. Desarrollando de esta forma espacios independientes que permiten articular las artes visuales en el campo cultural local.
Espacio publico /espacio común
La noción de espacio público permite desarrollar este trabajo de identificación y confluencia de textos y discursos desarrollados por los autores que conforman estas colecciones, al decir del espacio común, como un espacio de encuentro de comunidades migratorias o inquilinas, como lo es el caso de las comunidades de las artes pos 60 y 70 en América latina.
Sobre la definición de espacio público podemos mencionarlo como un espacio de uso social.[1] Esta definición aborda la representación de estas colecciones, como sentido publico y común del arte, confrontando hoy las relaciones del arte de los años 60 a las tenciones identitarias, entre seducción y simulacro, frivolidad y poder, teatralidad y vida social en la puesta en escena de la obra. De esta forma las identidad-es se inscriben al decir de Adolfo Vásquez en identidades prefabricadas en función de la moda.[2]En este sentido la historia del arte local emplazada desde dos colecciones como espacio residual de los mitos fundadores de la pintura social y grabado en la ciudad, como lo es el caso del mural “muerte al invasor” de David Alfaro Siqueiros (1942-1943) y el mural de Julio Escamez destruido después del golpe de estado de 1973. También haciéndose cargo de la movilidad social del tiempo en que lo popular era un dispositivo altamente creativo no solo en función del mundo cultural sino político. Es aquí el punto de fricción de confrontación entre la relación arte y política, arte y espectáculo. De este paradigma podemos tensionar como en esta muestra”espacio común” los autores se hacen cargo de retóricas vinculadas al hecho social y político del periodo de los años 60….
Arte como hecho social/ arte como espectáculo y mercado.
La mirada de arte /política, de cómo en el plano del discurso se han friccionado las relaciones del las clases trabajadoras populares y se han desarrollado estrategias de circulación del arte en el plano de la industria cultural, tomando al espectador como consumidor cultural expresión que se inscribe en el proceso de mundializacion.[3]
Menciono esto para ejemplificar las distintas rutas y estratos de los procesos, como campos de circulación de las colecciones, obras de artistas y retóricas culturales que dislocan o recomponen los espacios institucionales locales.
Grabado y composición histórica
El grabado se inscribe en la tradición artesanal y masiva de la producción del arte, como una técnica que en sus orígenes estaba vinculada a las clases populares o del bajo pueblo dentro de la tradición medieval y latinoamericana.
El campo de producción de sus ejecutores en los años 60 esta cruzado por la relación: arte/compromiso, arte/sociedad y arte/vida.
Tiene en Chile su matriz en la lira popular y posteriormente en el taller de artes aplicadas de la Universidad de Chile, con Marco Bonta, que inscribe el grabado contemporáneo como discurso académico. A esta escuela llegan Carlos Hermosilla de Valparaíso y Julio Escamez de Concepción, quienes posteriormente generan en cada una de sus ciudades la enseñanza del grabado, que proporciona una aceleración y proyección del arte regional.
Esta migración geográfica permite también desarrollar los desplazamientos en tanto obra como experiencia tecnológica y discurso del arte contemporáneo.
Permitiendo re-inscribir los procesos identitarios locales a manera de crónica, todo esto en el marco de la guerra fría y la apuesta de precomposición de los países latinoamericanos a través de la tensión UTOPIA/ IDENTIDAD, retomando las ideas independentistas y de no intervención como lo eran los discursos de Martí en Nuestra América [4], o Bolívar con su “Carta de Jamaica”, que fundamentan las retóricas de militancia y sociedad del campo cultural.
De- función del autor
…El sentido de producción de los autores y la cosificación de la obra/objeto desde la mirada de la obra como producto de mercado y no la obra/sujeto en tanto idea, discurso que vuelve a tensionar en el sentido y sin sentido de la producción contemporánea .
Hoy nuevamente se rearticula esta forma de confrontar los discursos de la industria cultural[5] al desarrollar nuevas estrategias de operatividad en el hacer de las comunidades artísticas pos escena de avanzada y el enfrentar el uso tecnológico como discurso estético y el abordar el espacio publico como campo de desarrollo de obra, propiciando un desarrollo de las mallas de las escuelas de arte en el país, desarrollando los virajes hacia las reflexiones del arte contemporáneo.
Si esta muestra plantea un sentido patrimonial a la comunidad es justamente la intención y sentido de sus donaciones, por parte de sus autores y no el valor en tanto consumo de obra que se le pudiera brindar hoy.
Al decir de Foucault sobre “la función del autor “a partir de preguntas que se vinculan con autor-discurso definido como una forma de clasificación vinculada a un autor y a su originalidad, de esta forma el destino del autor se ve involucrada con su ser social y político. Esta exposición retoma esta contradicción de: autor- obra –discurso en tanto época y colección –objeto - patrimonio en tanto función social y de mercado como valor.
[1] Espacio publico, partición y ciudadanía. Colección estudios sociales:”como el uso social: que supone dominio público y gratuidad. Es un lugar de relación e identificación, de manifestaciones colectivas, de comunicación entre gente diferente, a veces expresión comunitaria. La participación ciudadana es un componente central de los espacios públicos así entendidos... …Esta conjunción de espacio público, participación y ciudadanía conforma uno de los ámbitos que hacen posible la expansión de la democracia (directa) en la ciudad, una vida social más plena, digna y solidaria.”
[2] Baudrillard; Alteridad, seducción y simulacro. Adolfo Vásquez R. “El éxito de la identidad prefabricada radica en que cada uno la diseña de acuerdo con lo que previsiblemente triunfa –los valores en alza... …La moda, pues, no es sino un diseño utilitarista de la propia personalidad, sin profundidad, una especie de ingenuidad publicitaria en la cual cada uno se convierte en empresario de su propia apariencia”
[3] Milton Santos: Metamorfosis del espacio habitado.”Santos afirma que la mundialización es perversa. La concentración y centralización de la economía y poder político, cultura de masas, burocracia implica desigualdades entre países y clases sociales, opresión y desintegración del individuo. La ciencia esta subordinada a una tecnología con objetivos más económicos que sociales poniéndose de este modo al servicio de la producción y de sus productores, renunciando a servir a la sociedad. El trabajo científico se realiza desde una óptica pragmática dirigida a servir los intereses del poder. Este servilismo es el que provoca la perversión de la ciencia. Ello abarca a las ciencias sociales, como ciencia al servicio del poder pierden capacidad de visión crítica mundial. Se encargan tendenciosamente de temas intrascendentes o eluden los resultados previsibles y causas reales de temas tales como el desarrollo y subdesarrollo”
[4] José Marti, Nuestra América, publicado en: La Revista Ilustrada de Nueva York, 10 de enero de 1891.El Partido Liberal, México, 30 de enero de 1891. “Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea, y con tal que él quede de alcalde, o le mortifique al rival que le quitó la novia, o le crezcan en la alcancía los ahorros, ya da por bueno el orden universal, sin saber de los gigantes que llevan siete leguas en las botas y le pueden poner la bota encima, ni de la pelea de los cometas en el Cielo, que van por el aire dormidos engullendo mundos. Lo que quede de aldea en América ha de despertar. Estos tiempos no son para acostarse con el pañuelo en la cabeza, sino con las armas en la almohada, como los varones de Juan de Castellanos: las armas del juicio, que vencen a las otras. Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.”
[5] Industria cultural: capitalismo y legitimación - Jesús Martín Barbero”El concepto de industria cultural nace en un texto de Horkheimer y Adorno publicado en 1947, y lo que contextualizó la escritura de ese texto es tanto la Norteamérica de la democracia de masas como la Alemania nazi. Allí se busca pensar la dialéctica histórica que arrancando de la razón ilustrada desemboca en la irracionalidad que articula totalitarismo político y masificación cultural como las dos caras de una misma dinámica. El contenido del concepto no se da de una vez -de ahí la trampa que ofrecen esas definiciones sacadas de alguna frase suelta-, sino que se despliega a lo largo de una reflexión que envuelve a cada paso más ámbitos, al tiempo que la argumentación se va estrechando y cohesionando. Se parte del sofisma que representa la idea del "caos cultural" -esa pérdida del centro y consiguiente dispersión y diversificación de 1os niveles y experiencias culturales que descubren y describen los teóricos de la sociedad de masas- y se afirma la existencia de un sistema que regula, puesto que la produce, la aparente dispersión. La "unidad de sistema" es enunciada a partir de un análisis de la lógica de la industria, en la que se distingue un doble dispositivo: la introducción en la cultura de la producción en serie "sacrificando aquello por lo cual la lógica de la obra se distinguía de la del sistema social", y la imbricación entre producción de cosas y producción de necesidades en tal forma que "la fuerza de la industria cultural reside en la unidad con la necesidad producida"; el gozne entre uno y otro se halla en "la racionalidad de la técnica que es hoy la racionalidad del dominio mismo".
La industria cultural. Iluminismo como mistificación de masas - Max Horkheimer y Theodor Adorno. “Si la tendencia social objetiva de la época se encarna en las intenciones subjetivas de los dirigentes supremos, éstos pertenecen por su origen a los sectores más poderosos de la industria. Los monopolios culturales son, en relación con ellos, débiles y dependientes. Deben apresurarse a satisfacer a los verdaderamente poderosos, para que su esfera en la sociedad de masas -cuyo particular carácter de mercancía tiene ya demasiada relación con el liberalismo acogedor”…
Luis Arias Estrada
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