domingo, 12 de octubre de 2008

Fourier o los Pabellones de Chillán


La paráfrasis a la cual alude el título de este texto, refiere al célebre escrito del filósofo alemán Walter Benjamin, “Fourier o los pasajes de París”, en el cual su autor recopila y pone en discurso una serie de antecedentes que dan cuenta del cambio urbanístico sufrido en la capital francesa debido a la irrupción de los pasajes y galerías comerciales, las vitrinas y la exhibición de los productos, el consumo y la reacción social ante esta variante de la modernidad en el transcurso del siglo XIX.

La reconstrucción de Chillán luego del terremoto de 1939, implicó la llegada de golpe de ciertos preceptos de la modernidad, que se vieron reflejados en lo que hoy es la fisonomía urbana de la capital de Ñuble, evidenciados en gran parte por su icono más representativo: la Catedral de Chillán, que investida como baluarte de la arquitectura moderna en Chile, vigila desde su privilegiada situación céntrica, como la mayoría de los edificios públicos y privados, comerciales y de habitación, se resuelven bajo las directrices de maestros que a nivel mundial dictaron cátedra en cuanto a este tipo de arquitectura, como son Walter Gropius o Le Corbusier, por citar a los dos más destacados.

Pero de manera similar a como ocurría en el París del siglo XIX, bajo esa modernidad de fotografías y representatividades, discurso con el cual todos nos quisiéramos quedar, irrumpe desde la periferia de las cuatro avenidas el caso de los Pabellones Rodríguez, bastión de aquella modernidad ideológica ligada al pensamiento del socialista utópico Charles Fourier, impulsor del cooperativismo y férreo opositor en la Francia de la primera mitad del ochocientos, a los impactos negativos de aquella promesa moderna de emancipación surgida del pensamiento ilustrado.

Los Pabellones surgieron como viviendas de emergencia ante la devastación del terremoto, ocupando un terreno que había sido donado por un particular a la Municipalidad de Chillán, confluyendo en aquellas viviendas de carácter provisorio, familias de diversas clases sociales, etnias y descendencias. El proyecto original de los Pabellones, encarnaba en parte aquella utópica visión de la promesa moderna como un lugar físico de convergencia social, un espacio de participación ciudadana donde se diera lugar a discusiones y actividades que fueran en directo beneficio de toda la comunidad, sin mayores pretensiones de un adoctrinamiento ideológico ni nada de eso, porque justamente era en la diversidad de pensamientos donde esta idea encontraba sus fundamentos. La contingencia del terremoto obligó a las autoridades de la época a recurrir a este recurso arquitectónico que reflejaba también el pensamiento progresista del Presidente Pedro Aguirre Cerda, en una intención de entregar una solución digna sin distinciones de clase, que pasada la contingencia de la reconstrucción, se haría definitiva.

Al igual que como ocurre con los edificios más representativos de aquella modernidad que es la cara visible de la ciudad de Chillán, algunos Pabellones siguen en pie hasta el día de hoy, envueltos en una disputa legal por el uso de los terrenos, en precarias condiciones estructurales y cada vez más relegados al olvido, como una interrogante patrimonial que nadie se ha decidido a responder.

Si queremos hablar de modernidad, no debemos olvidar el carácter global de este fenómeno, enraizarlo en sus fundamentos ideológicos que permitirán sacar del olvido casos que parecen estar condenados a serlo, ejemplificados en la materialización y constante lucha por sobrevivir de un proyecto progresista como el caso de los Pabellones Rodríguez.

Rodrigo Vera
Prof Historia del Arte
Facultad de Arte U. Chile
www.untalrodrigo.blogspot.com

1 comentario:

Sonia dijo...

Mi bisabuelo Juan Schleyer Brandt era dueño de gran parte de la hacienda Huambalí en Chillán, y al morir, sus hijos, donaron nueve hectáreas para la construcción de un parque que llevaría su nombre. Para el terremoto se construyeron dichos pabellones, lo que era supuestamente por un tiempo. Nunca el Municipio devolvió las tierras para que se cumpliera el destino original de la donación. AL día de hoy, los descendientes exigimos la construcción de dicho parque y estamos solicitando recursos del gobierno, ya que los originales están completamente construidos.

http://www.change.org/es-LA/peticiones/dra-michelle-bachelet-jeria-solicita-recursos-estatales-para-la-construcci%C3%B3n-del-parque-juan-schleyer-brandt-de-chill%C3%A1n.

Esta semana, canal 9 de Concepción, nos hará un reportaje sobre el destino final de la donación, una práctica oficializada por el sistema chileno: ¡Dona tierras que haré con ellas lo que quiera!